Compañeros poetas,
buenos y malos,
es hora de abandonar
la cómoda posición
de espectadores
de reproductores
del orden del amor
y la muerte
de voceros de la angustia
yogur
de las amas de casa
y los contadores
de imitar espantosamente
al ya de por si espantoso
pablo neruda.
compañeros poetas,
buenos o malos,
abran sus ojos a la vida
salgan a los caminos
diría breton.
vomiten la bilis
de las noches
mientras respiran
entre tachos de basura.
sientan en las gemas
de sus dedos
la piel sedienta
de éxtasis.
beban del semen de las esdrújulas
y del flujo de los acentos.
embriáguense
con la prosa irrespetuosa
de los bares de putas.
inyecten en sus venas el veneno
de la desesperación y el abismo
del fracaso
del hambre
de la locura
compañeros poetas,
malos o buenos,
anímense a declararle la guerra
al mundo
a la moral
a dios
al dinero
-es solo papel pintado-
acompañen al que lucha
al que bebe
al pervertido
al que sueña
a los que incendian
iglesias y patrulleros.
saquen su culo cansado
de las sillas
abandonen la pajería del facebook
golpeen en la cara
del que predica armonía,
meen en la puerta
de los que publican
historias del corazón.
busquen el fuego
la revuelta
las orgías.
cambiar la vida
proclamaba rimbaud
arder en preguntas
el gigante de antonin
el camino del exceso
william blake
el éxtasis de la mente
jack kerouac.
¿qué esperáis?
¿el tedioso reconocimiento
de quienes han perdido
la batalla
mintiéndose a si mismos?
un parche en el alma
-no existe como dios
y los reyes magos-
compañeros poetas,
buenos y malos,
dejen de mamar
la. teta
de la vaca podrida del amor.
inmolarse como el sol
y arrasar como los huracanes
es la función de las palabras.
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