Un hombre enterrado en una montaña de perros muertos.
Su voz apagada ante la multitud
Que clama con furia
La verdad disecada
Difundida por aristócratas del nombrar las cosas
De exquisito paladar negro
(Los perros muertos que hablan
Para callar al hombre enterrado).
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Siempre me lo tengo que leer varias veces Ateo:
ResponderEliminarSu voz apagada ante la multitud
que clama con furia la verdad disecada, Difundida por aristócratas del nombrar las cosas
de exquisito paladar negro.
Si le quito las mayúsculaslo entiendo mejor.
La verdad es que el texto es tremendamente profundo y denunciante.
Pero el que denuncia está enterrado debajo de los perros que ladran y nadie le puede escuchar.
Retorcido en verdad ateo.