Las balas dirigidas el pecho del poeta.
Estalla
Sangre hacia los fusiladores y la pared.
Los buenos ciudadanos respiran tranquilos.
La horda poética atea y bolchevique ha caído.
Es hora de la restauración conservadora
De la rima, del amor y de la palabra de Dios.
Amen.
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Bueno. En mi humilde opinión naturalmente. Me gustó
ResponderEliminarHasta pronto.