sábado, 21 de marzo de 2009

Gigi


Recuerdo en la habitación contigua,
haber sentido latir el corazón de una muchacha.
Luego suspiros y mas tarde
una carcajada que partio la noche.
Una pequeña oruga caminaba por la maceta
y la gata en el balcon miraba a los ojos de la luna.

-Hola amigo, dijiste.
Sofia Loren, exclame.
Después fue vino tinto, la muerte del cine
-que Godard no la ha evitado-
la vida de la revolución y la resaca.

Te marchaste con los anteojos gigantes de tu máma
-te habias robado los ojos de la luna-
panfletos en tu mochila y un ultimo porro de despedida.
-Chau amigo, soltaron tus labios.
La habitación contigua quedo muda.
Entonces la gata mato a la oruga
y un sol furioso devoro a la luna ciega.

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