lunes, 28 de septiembre de 2015

la tormenta perfecta


El bigote de gato se ha perdido oculto entre la luna roja y las nubes.

La tormenta perfecta es un hastío, una última charla, el suicidio de los gatos con capelinas.

El hombre tigre devora el corazón y arranca con sus uñas la piel, dejando desnudos el hueso y las venas sangrantes, de la maricona culisuelta.

Tempestades, maremotos, el agua contra las rocas destrozando los cadáveres arrojados desde los aviones, en el sonido de las caracolas.

Las sabanas y los colchones, los cuerpos destrozados carcomidos por los piojos y, las pulgas, un Stalingrado del amor.

Click-click de las agujas del reloj, cálculo del valor del tiempo que todo lo destruye.

Una reja pintada de verde y un largo pasillo hacia la puerta de dura madera. Toc-toc. Un silencio.

Fumigaron los jardines del amor y los gusanos vueltos mariposas asesinan los sueños de primavera.

sábado, 26 de septiembre de 2015

hay caos

Un puñado de vergas florecen como rosas. Tomando sus tallos sangran las manos con las duras espinas. Regadas de saliva salpican su polen sobre el rostro de un dulce jardinero.
Una rosa roja, como Rosa Luxemburgo encabezando la marcha de un millón de furiosas maricas proletarias.
Un ojo que espía detrás de la puerta de vidrio a las sombras de la perversión y el delirio.
Hay caos. Hay narices rotas y sangrantes. Hay dos amantes viriles propiciándose caricias: rita la salvaje y el hombre tigre. Ella se ofrece su boca como excusado y el agujero del culo, como refugio para aquellos que han perdido la noche en vano. El simplemente se zambulle de cuerpo entero en un río de mierda.
Hay pasión por la destrucción. Un Bakunin que delira hasta el orgasmo por las palabras de Netchaev. Una Siberia fría y desoladora en una habitación de un hotelucho de Balvanera. Una fortaleza de Pedro y Pablo que encierra a los que saben el camino a los jardines del amor.
No hay derrota sino un compás de espera.
Cadaveres y chales cubriendo el cuello de unas damas de barba suave y manos duras que te toquetean el culo hasta hacerlo una masa de pan, que una vez al horno, sera mojado con leche y orinas.


sábado, 12 de septiembre de 2015

Voltaire jadeante

Voltaire jadeante
derramando su leche
sobre el blanco culo de la filosofía.
Un derrame de sol
a orillas del Sena
una rosa
es una rosa?
Virtuosa razón
la guillotina brilla
en lo alto del cadalso.
El dinero es dios
y el calculo ciencia,
devotos del tin tin
de las monedas,
embriagados
por el cenas colmadas
en las mesas del festín.
Robespierre
lo hizo posible
y su nombre fue
sepultado sobre una pila
de perros muertos
y cabezas tronchadas.
La perfomatividad
de los sumisos
judhit Butller lame
sus tetas operadas
dulce mana de la academia,
el dinero es dios

y el calculo ciencia.