jueves, 30 de junio de 2011

siempre era invierno

Pensaba el sexo
como
penetrar
y acabar
sobre un cuerpo entregado.
su amor duro
para toda la vida.
él le dijo tantas veces puta
que vio en ella solo carne
y ella lo creyó tanto
que lo engañaba con su amigo.
saboreaba la bilis
del odio ancestral.
la pija parada no era el amor
y el amor no le paraba la pija
bebía sin parar
y se ponía violento
se partía la noche
de llantos
y vidrios que estallan
de reproches
de orgasmos fingidos
de mentiras.
siempre era invierno.
los dos murieron grandes y juntos
como mueren los viejos
se acuchillaron
mientras celebraban
sus bodas de plata.
dos perros en celo
se cojian frente
a los cuerpos.
para separarlos
hubo que echarles
agua.

martes, 28 de junio de 2011

los errores me salvan (a paco urondo)

("Poética en griego quiere decir acción,
y en este sentido no creo que haya demasiadas
diferencias entre la poesía y la política")
Fue apuñalado por una rosa
-y como en Federico
o Roque Dalton-
en lugar de sangre
broto de su pecho
un derrame de letras
y de palabras
vocales y
consonantes
como fuego ardiendo
como Comuna revolucionaria
como patria fusilada
un 22 de agosto
("Los gatos
por la noche aúllan como tambores
derrotados,
viejos, fúnebres, inmensamente buenos;
la muerte los asiste, la eternidad vela por ellos,
la memoria nunca abandona; los errores me salvan")
Un vino de color rojo intenso
para el olvido del borracho
un sol sonriente
de los Andes
los picos nevados resistiendo
al viento y la soledad
(“Del otro lado de la reja está la realidad, de
este lado de la reja también está
la realidad; la única irreal
es la reja”).
Una mujer sangrando
huye y observa;
unos hombres oscuros
de rostros tallados
por una mano de hierro
buscan en el asfalto
el rastro del enemigo
-siniestros burócratas de la muerte-
dan el tiro de gracia
(“Si ustedes lo permiten,
prefiero seguir viviendo”).

martes, 21 de junio de 2011

dos tres cuatro

dos
penados
penosos
penan
su pena
en el penal
(una otrora
cordillera
poderosa
reducida
hecha arena
restos fósiles
lecho
de los desnudos
y los muertos)
cuatro
ácratas
angurrientos
acaban
agitando
armas
y anarquía
(sin dios
sin amo
sin patrón
sin estado
sin matrimonio
algo parecido
a la felicidad)
tres
trotskistas
terribles
en la tribuna
(los fusilados de suarez
y la patagonia
los bombardeados de junio
los que yacen
en el lecho pantanoso del
río de la plata
en su memoria
hacer tronar el escarmiento)

sábado, 18 de junio de 2011

el único adiós

El ultimo trago de vino
(un suspiro)
el minuto final del amor

estalla el caos
(y solo hay sangre)
nunca habrá paz

la penúltima raya de cocaína
(muñeca brava)
flirteo la angustia

fue el golpe seco de la puerta
(como pudimos?)
el único adiós

viernes, 10 de junio de 2011

la teta de la libertad

Soy la teta al aire
de la libertad
manoseada por
proxenetas
jueces
comerciantes
y granujas.
Lo gozo.
Soy la puta
excusa
de la sociedad
burguesa.

un zapatero

Una noche de fiesta nos trenzamos a los gritos con un grupo de estudiantes que atacaban a la izquierda y defendían la democracia de la asamblea. Ella dijo, que asamblea ni que ocho cuartos, viva la Comuna de París. Y un uhhhhh de tensión colectiva electrizo el ambiente.

Gloria eterna a la Comuna de París.
y a tus ojos mirando la historia
una llama de rabia
que enciende
que deja ver
sangre
corazón
la noble estirpe de la libertad
bajo el gobierno
que encabeza un zapatero.

Paseaba su culo desnudo por todo el cuarto mientras buscaba un el Estado y la Revolución de Lenin. Su lindo culo desnudo se apoyaba en el borde de la cama y una voz irritante me leía aquello del Estado-comuna.

Gloria eterna a Louise Michel
provocando sin miedo
a los verdugos
¡soy culpable de incendiar París,
exijo ser fusilada!

Todo termino en catástrofe. La pasión dejo como recuerdo un montón de ruinas. Embriagado brinde por la destrucción.

Gloria eterna a Auguste Blanqui
que rendido en la derrota
busca en los estallidos del universo
la insignia del caos.

miércoles, 8 de junio de 2011

mordiscos en la nuca

De tu boca
la palabra garchar
me ensueña.
es un diamante en bruto
un cuchillo de matarife
una rosa purpura
un culo que se abre
a la verga filosófica
del infinito
un hola y un adiós.
una fellatio de la moral
una promesa de caos
mordiscos en la nuca.
De tu boca
la palabra garchar
me resulta sabrosa
profunda
con sonoridades
musica y
ritmo
un silabeo
de perversiones
un uso exquisito
de la lengua
y el lenguaje.

domingo, 5 de junio de 2011

derrame de la historia

En la foto veo ruinas, como si fuera una ciudad arrasada por las bombas. Ruinas y cadáveres despedazados, devorados por los buitres, llorados por huérfanos, viudas y hombres desolados, olvidados por siempre en fosas sobre las que se edifican torres de vidrio y acero. Una vez en Parati, al sur de Río de Janeiro, me atrapo una tormenta tropical. Eramos cuatro -la que era mi novia y dos flacos más que paraban en el mismo hotel- caminábamos bajo la tormenta cuesta arriba del morro, el agua caía como un manantial en nuestro pies, nos llegaba casi a las rodillas. Manaba barro y agua copiosos. Era la tierra de un antiguo cementerio de esclavos, era la tierra de los muertos.
Era un derrame de la historia, solo que no nos dábamos cuenta.

sábado, 4 de junio de 2011

zapatos de baile

Las balas se detienen frente a mi.
Quedan congeladas,
suspendidas en el aire.
El elegante publico de galera y bombin
sigue atento la escena.
Grito con todo el aire de mis pulmones para intentar detenerlas:
¡Que viva la anarquía!
Me penetran, me desangran, de desgarran los órganos,
me matan.
(“Las balas han escrito la última palabra en el cuerpo del reo. El rostro permanece sereno. Pálido. Los ojos entreabiertos. Un herrero martillea a los pies del cadáver. Quita los remaches del grillete y de la barra de hierro. Un médico lo observa. Certifica que el condenado ha muerto. Un señor, que ha venido de frac y con zapatos de baile, se retira con la galera en la coronilla. Parece que saliera del cabaret. Otro dice una mala palabra.
(…) Yo estoy como borracho. Pienso en los que se reían. Pienso que a la entrada de la Penitenciaría debería ponerse un cartel que rezara:
— Está prohibido reírse.
— Está prohibido concurrir con zapatos de baile”. Roberto Arlt.)

un pequeño jopo

Estaba sentado junto a la ventana de mi cuarto. Frente a ella hay un gran árbol de tilo. De allí se desprendió un pequeño pajarito de plumas marrones, brillante, con un pequeño jopo y un gran pico. Picoteaba contra el borde de la ventana. Yo daba una pitada, tras otra a mi porro. Hacia frío, tenia fiebre y hambre y acababa de masturbarme viendo una peli porno donde un negro musculoso fornica -si, ya sé, es fea la palabra, pero no encuentro otra forma de expresión sobre aquello que había visto, sobre ruda crudeza del flirteo- con un rubiecito ingles largo y cachondo. A mi alrededor el desorden del cuarto y las paredes blancas, sobre la mesa un libro de Kerouac tocaba el culo de un Bukowski marica, mientras Rosa Luxemburgo reposaba sobre el pecho, de la Historia de la Revolución francesa de Kropotkin me increpaba. Frente a mí aquel pajarito de jopo y pico largo, entre mis dedos un porro ardiendo, en mi cuerpo el calor de una fiebre a la que extrañamente no le tengo miedo (supongo que decirlo y contarlo es un mecanismo defensivo de un enfermo crónico, no importa lo dejo así queda onda reviente o para parecer desesperado de atención, eso, eso, eso diría el Chavo, por ahí viene el asunto), en mi cabeza un pensamiento que iba desde como tocaría el violín Einstein, pasando porque tenia ganas de comer un sandwich de mortadela (si dejo mortadela sonara muy grasa?), hasta desembarcar en la idea de que había que discutir el programa del frente de izquierda con el partido obrero (lo debato ,lo debato y no logro resolverlo, lo dejo librado a la opinión del otro, esto es realismo socialista? Una irresponsabilidad política? Un justo ejercicio literario? Un gesto político? O no tener la más puta idea de que escribir y simplemente dejar que fluya?).
Abro la ventana para tirar un mendrugo de pan al pajarito, huye volando a una velocidad sorprendente, una ráfaga de aire helado me golpea en el pecho, toso, escupo, me lamento de la torpeza y de la vida, mientras imágenes de los mineros bolivianos descargando dinamita contra el ejercito me dibujan una sonrisa.

viernes, 3 de junio de 2011

en el desayuno

Vomitando
el fernet
en la copa del inodoro
espiando
desde un rincón
las miradas curiosas
de la histeria
-pequeñas cuchilladas
sobre el pecho-
sobando las axilas
del amante sudoroso
(flashback de cocaína)
perro
gato
pájaro
oruga de azúcar
(mariposa si belleza)
y ácido lisérgico
(la suspensión del tiempo
en la fría nieve
de stalingrado
ante la cuerda
de un violín)
cadáver exquisito
de cien letras
hijo de durruti
anárquico
travesti
monárquico
y carlista
ultimo tango
en soldati
enmantecandole el culo
a una paraguaya
devorando las tripas
de un niño
en el desayuno