lunes, 4 de mayo de 2009
Contra el servilismo
"Para ti soy ateo. Para Dios, la oposición". Woody Allen
No hay que servir a nadie:
ni al rey,
ni a Dios,
ni al amo,
ni al patrón,
ni al Estado.
Son todas jerarquías basadas en la ignorancia y la desigualdad
que merecen desaparecer.
No hay que complacer:
ni al conyugue
ni al amante
ni al flirteo ocasional de una noche de verano.
Beberán tu sangre y secaran tu espíritu antes de que puedas reaccionar.
No hay que rendirse a la derrota,
ni ceder al miedo,
ni entregarse a la muerte.
Son condiciones de la existencia y la dominación.
No hay que pensarse como cosa,
mercancía,
valor de cambio,
simple objeto de consumo.
La grandeza y el talento no se miden por los bienes o por el éxito.
Así se mide la estupidez y la mediocridad.
Vivir es otra cosa.
Es encontrar en la palabra y la piel del otro la condición de nuestra vida.
Lejos de todo egoísmo y sometimiento.
Enamorados de la existencia.
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