En Lisboa
la del otoño
la de Pessoa
la de sostiene Pereyra
marchando jovial
a combatir en España
la de los soldados revolucionarios
la de los inquilinos rebelados
la de la sardina
y el oporto.
En Lisboa,
la revolución,
fue de los claveles.
"Seamos perezosos en todo, excepto en amar y en beber, excepto en ser perezosos" Lessing
Yo recuerdo la revolución de los claveles.
ResponderEliminarTambién recuerdo el mi último oporto.
Y el abrazo que le dí a la estatua de Pessoa
Algún día nos encontraremos en Lisboa a la sombra de un fado que acaricie nuestros oídos.
Hoy te recomiendo el blog: Reflexiones.
Creo que te gustará.
Estoy bien Ateo.
Mucho más, si tu estás aquí.
Un abrazo.
¿Como estás tu?