Coquetear
con la muerte
me tiene un poco cansado.
No dormir,
por largas noches de cocaína
me lleva al éxtasis
y la locura.
Muchas veces,
en esos momentos,
simplemente
deseo morir,
que todo termine,
que el dolor y la angustia
desaparezcan
conmigo.
Que se apague
por siempre
el sonido de las cañerías
y de los autos en la ruta.
Coquetear
con la muerte
es una sensación extrema,
al otro día
cuando el sol brilla
y no he pegado ni un ojo,
deseo que la vida
me brinde besos en la boca.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario