Conchas
con dientes filosos
y veneno
como flujo
me persiguen.
en los sueños
en las calles
en las camas
por e-mail
por mensajes de texto
por telegrama
enviando palomas mensajeras
haciendo señales de humo.
un montón de conchas
hambrientas de amor
de semen
de dedos duros sobre el clítoris
de vergas rendidas
a la soledad
de lenguas
que limpien
la leche vieja.
conchas
que hacen sus meadas
sobre el rostro
obsceno
de los amantes de la muerte.
conchas
peludas
peladas
conchas de coiffeur
o de cavado profundo
selváticas
o tímidamente cubierta
por una mata
de pelitos.
conchas
pariendo
orgasmos y
mentiras
con la misma facilidad
con que los pájaros
remontan vuelo
y las arañas tejen
su fina tela,
trampa mortal de los insectos.
conchas
desesperadas
desahuciadas
desinhibidas
desnutridas
deshidratadas
deconstruidas
cavernas
de la oscuridad posmoderna.
conchas de labios
carnosos
conchas de labios
colgando
conchas
tatuadas
rubias
morenas
pelirrojas
albinas
conchas madres
y conchas hijas.
incluso
la mismísima
concha de la lora.
pero son las conchas
mantis religiosa
las que me asustan,
ellas se realizan
cuando te comen la cabeza.
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