martes, 14 de febrero de 2012
una prosa en mente
Llevaba los lentes oscuros para protegerse del sol.
Buenos Aires ardía.
La calle Corrientes era un infierno de cemento y autos y la gente corría apurada hacia sus trabajos o hacia la nada.
Llevaba poca prisa.
El tiempo se le disolvía entre los dedos sin saber a ciencia cierta porque.
Una porción de hipopótamo era tan buen menú como un plato de ravioles o una ensalada.
Llevaba historia en sus espaldas.
Promesas de huelgas y revoluciones y épocas de caos donde los edificios ardían por el fuego y las balas zumbaban como himno de la guerra de clases.
Llevaba una gran dosis de desesperanza y de sueños soñados en las noches de verano.
Unos pocos pesos en el bolsillo, un recuerdo de amor gastado y sandalias.
Llevaba una resaca y la certeza de una nueva embriaguez.
Una mueca triste, una camisa transpirada, una mirada limpia.
Llevaba el sol en la nuca y la luna en la lengua.
Llevaba una prosa en mente que se perdió en el Río de la Plata.
miércoles, 8 de febrero de 2012
destino
me siento predestinado
a ser ultrajado
por un amante marroquí
tez aceituna
ojos de gato
y un terrible deseo
de mi.
me siento llamado a asesinar a cuchillazos
a la sombra que me acosa
arrojarla al río
e ir a beber con mis amigos.
como la luna
me gusta comerle
el culo
al sol.
lunes, 6 de febrero de 2012
buenos maricas
Los rayos
partían la noche
al otro lado del río
y la noche
se abría de piernas
como una hembra en celo
y nosotros,
como buenas maricas,
deseando ser la noche
la luna
y las estrellas.
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